lunes, 2 de mayo de 2011

Chuli-Recetas. Hoy: Baileys casero.


Queridos amigos del fogón... y del copichuelismo.
Me presento en estos densos momentos en que no le dedico mucho rato al blog, para dedicaros una poderosa receta que descubrí hace un par de días, y que ardo en deseos de compartir con vosotros.

Directamente extraida la receta del libro "Mis recetas con Thermomix", de Cristina Galiano, y probada en casa del fogonero amigo A.S. paso a desglosaros la receta.
Como podréis imaginar, necesitáis tanto Thermomix como olla express. Ahora bien, echadle ganas y maña, que seguro que investigando tiempos, batidoras y demás, halláis la manera de hacerlo sin estos artilugios del demonio.

Pero, con ellos de nuestro lado, la receta fue así:
1 lata de leche condensada pequeña (370gr); 50gr de chocolate del más puro del lugar; 20gr de café en polvo; 30gr de leche caliente; 350gr de leche entera; 370gr de whisky.
Como sabéis, una de las avanzadas modernidades de la Thermomix, es el hecho de ir pesando cada vez que añadimos un ingrediente -y conste que no es que os quiera vender el artilugio, solo comento-.

Bueno, pues ponemos la lata de leche condensada cerrada en una olla express, con dos vasos de agua. la cerramos, ponemos el fuego y la dejamos media hora. La sacamos con cuidado y la dejamos enfriar. Esto, en si mismo, es otra receta, dado que el hecho de introducir una lata cerrada de leche condensada al baño maría, es una mágica y golosa manera de recibir la grata sorpresa de encontrarse con dulce de leche, al abrir después el tarro. De nada, pues, amigos.

En el vaso de la Thermomix, echamos el chocolate, y pulverizamos a velocidad máxima. Disolvemos el café en los 30g de leche caliente (un par de vueltas en el micro) y lo añadimos al vaso junto a la leche entera, y programamos 2 o 3 minutos en 60º, para disolver el chocolate y lo demás bien disuelto.
Una vez que la lata ya cocida no queme, la añadimos. Unimos el whisky, y mezclamos todo, en velocidad 4, hasta hacer una crema homogénea.

Tras ello, la volcamos a un frasco o botella, y IMPORTANTE siempre lo tendremos en la nevera. Que cuando lleguen los amigotes, esté siempre en su punto. Jejeje.

Y, siempre que lo vayamos a servcir, lo agitamos bien.
Tachán.

Espero que os haya gustado. El caso es que ya tocaba alguna recetilla o artículo con algun digestivo para despues de las recetas fogoneras, ¿no?.
Un abrazo, y hasta la próxima.

Nos vemos en los fogones.

1 comentario:

  1. Apostillo con dos comentarios/recomendaciones, tras la prueba.
    -Por un lado,sustituyendo el whisky por orujo/aguardiente, tendremos la correspondiente crema de orujo...
    -Siguiendo la receta, el único pero encontrado es lo "fuerte" que os pueda resultar, dado que el baileys original tiene poca graduación, comparado con esta receta, en la que nos hallamos con un resultado que respeta la graduación del licor elegido. El que quiera reducirla, se me ocurre que flambee antes en una cacerola el alcohol, tal como si se tratara de una queimada. Con ello, reducirá el grado de alcohol del líquido.

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fogonazos